


El Comisario siempre ha sido como un padre para Hijitus... Pasear por la calles de Trulalá en la patrulleta es una de las diversiones que más disfrutan, pero como representante del orden y de la ley, la "autoridá" siempre debe estar atenta a lo que acontezca...



Un imprevisto puede llegar a echar a perder la más placentera de las tardes...



Aparentemente, el "amo y maestro" ha decidido ganarse la vida honradamente ofreciendo sus servicios en una revolucionaria academia de conductores...



¡Complicada situación! No queda otra más que salir a investigar de qué se trata, porque los accidentes de suceden uno tras otro...



El cartel es claro: "Un curso único, dinámico, para mentes lúcidas". La acusación del Comisario parece no tener consistencia y el "Profe" se defiende como corresponde...


Lo que argumenta Neurus no parece tan descabellado. Un curso acelerado que le permita a la gente aprender a manejar correctamente en pocas horas. Sin embargo, Hijitus se suma a la acusación del Comisario y el "Profe" se queda sin palabras...


Hijituslogía, desde Villa Gesell.